CELAM: DESDE LA SINODALIDAD, UN CAMINO DE SERVICIO ENTRE LA ESCUCHA, EL DIÁLOGO Y LA CONTINUIDAD PERMANENTE
En el marco de la primera visita a Roma de la nueva presidencia del CELAM, donde se han encontrado por primera vez como dirigencia del organismo episcopal latinoamericano con diversos dicasterios de la curia romana, tuvo lugar una primera reunión en la Pontifica Comisión para América Latina.
Reunidos en la sede de la PCAL junto con los embajadores de países latinoamericanos acreditados ante la Santa Sede, los rectores de colegios romanos que acogen a sacerdotes y seminaristas latinoamericanos en su formación, de latinoamericanos que trabajan en la Santa Sede, los integrantes de la nueva presidencia del CELAM compartieron el momento y la visión del caminar del Consejo episcopal latinoamericano, así como del horizonte de este cuatrienio en el que estarán al frente de la conducción del mismo.
Estando presentes monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM, arzobispo de Trujillo (Perú), Presidente del Organismo episcopal latinoamericano en este cuatrienio, el Cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de Sao Paulo (Brasil) y primer Vicepresidente del CELAM, monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey (México) Presidente del Consejo de Asuntos Económicos, y monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo auxiliar de Cali (Colombia) y Secretario general, compartieron y dialogaron sobre el momento del CELAM y la realidad en Latinoamérica y el Caribe.
Iniciando su conversatorio, mencionaron que ante el horizonte del cambio de época que se está viviendo y su rostro en América Latina, dentro de la dinámica del caminar del organismo desde su elección hace unos meses en Tegucigalpa, se convocó una revisión completa de sus estructuras y programas.
Viviéndolo desde el caminar juntos con el vigor de la solidaridad, y considerando que algunas diócesis ya han registrado una maduración en algunos aspectos de su vida eclesial, el CELAM se ha visto en la necesidad de confirmar y corregir el camino de servicio a las conferencias episcopales de la región; poniendo en este tiempo una actitud de discernimiento constante para que, solidariamente, se vaya asumiendo todo el camino andado.
Dentro de ello, es especialmente importante ir configurando un trabajo en redes que ayude a prestar nuevos y necesarios servicios a los episcopados, y a ir caminando juntos solidaria y subsidiariamente en los nuevos escenarios que se van presentando, y que 20 o 30 años no se vislumbraban necesarios atender, ahora sí hay que incluirlos, como –por ejemplo- la realidad regional de la Amazonia, que abarca una visión del ser humano, de relación con la naturaleza, de Iglesia y de colaboración entre iglesias particulares.
Sin olvidar que la Iglesia latinoamericana y del Caribe está en continuidad permanente, se han ido asumiendo las conclusiones de las Conferencias Generales del Episcopado latinoamericano desde la segunda mitad del siglo XX (Río de Janeiro, Medellín, Puebla, Santo Domingo) y de Aparecida en el siglo XXI, y que se pretende seguir mirando hacia adelante considerando el camino recorrido con gratitud por la entrega y esfuerzo de muchos que les han antecedido.
