Ecos de la Beatificación de Enrique Angelelli y compañeros mártires
Presentamos a continuación la traducción de un artículo del padre Diego Fares, S.J., aparecido en la edición italiana de la Civiltà Cattolica (num. 4055, del 1 al 15 de junio de 2019), ahondando y comentando la beatificación de los mártires riojanos en Argentina, - un obispo, un sacerdote religioso, un sacerdote diocesano y un laico – el 27 de abril pasados, y a quienes el representante del Papa Francisco para la beatificación, el Cardenal Angelo Becciu, se refirió como «mártires de los Decretos del Concilio Vaticano II».
Es de especial significación este hecho, que no es solo una imagen martirial cristiana en medio del caminar histórico del pueblo cristiano y de su lucha por la justicia social, sino una huella viva y testimonial que el martirio – y la santidad de vida que suscita en el pueblo – tiene.
Nos comparte en el texto el padre Fares:
“El martirio cristiano no está caracterizado por el odio de parte de los enemigos, sino del “no odiar” de parte de quien dona la vida, colaborando con los otros a la construcción del bien común”.
“El martirio es “no callar” ni el amor ni la denuncia de la justicia, en cualquier momento”.
“El martirio es “no abandonar”, sino acompañar hasta el final; no es preguntarse “¿Quién es mi prójimo?”, sino más bien “hacerse prójimo”; no es justificarse no sabiendo dónde está tu hermano, sino ir a buscarlo en los lugares más alejados”.
“Angelelli, como sus amigos, no odió, no se calló, no se echó para atrás, sino que “siguió hacia adelante”. Su martirio ratificó el de sus compañeros y ha evitado el de muchos de su grey que estaban amenazados”.
La experiencia de martirio que ayuda a encontrar, dialogar y reunir a las partes distanciadas, a veces contrapuestas en la historia, ayuda también a sanar las heridas.