Impresionante celebración guadalupana

La "Guadalupe Celebration" en la arquidiócesis de Los Ángeles

05/08/2012
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Nuestra Señora de Guadalupe estuvo recientemente en el corazón de una de las más pobladas ciudades de los Estados Unidos, en el Los Angeles Memorial Coliseum, donde decenas de miles de fieles católicos se congregaron para la tan esperada Celebración Guadalupana. Si alguno de los presentes llegó al estadio —más típicamente escenario de competencias deportivas y conciertos de rock— esperando un domingo cualquiera en la capital del entretenimiento, ha de haber vuelto con el corazón, el alma y la mente profundamente tocados por la fe en Jesús y en su Santísima Madre, que se vivió intensamente durante los momentos del encuentro.

El evento fue esponsorizado por los Caballeros de Colón, la Arquidiócesis de Los Ángeles, presidida por S. E. Mons. José Gómez, y el Instituto de Estudios Guadalupanos de Ciudad de México. Bajo un cálido cielo californiano, esta gran reunión del catolicismo norteamericano ha constituido la más grande celebrada en Los Ángeles desde la visita del Papa Juan Pablo II, cuando celebró la Santa Misa en ese mismo lugar en 1987.

Semanas antes del evento comenzó a circular en la televisión, la radio y los periódicos la invitación al evento y, el día mismo de la Celebración, docenas de medios informativos, tanto religiosos como seculares, cubrieron con gran interés el programa. Numerosas imágenes de Nuestra Señora de Guadalupe, en avisos y pancartas, adornaron las calles de la ciudad como queriendo evocar su nombre original: El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles.

Durante las tres horas del programa, la voz de la gente se hacía sentir con entusiasmo cada vez que se pronunciaba el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe, y una voz en español desde los parlantes se escuchaba dando “vivas” a la Virgen.

El programa comenzó con estruendosos tambores y una danza de cientos de bailarines interpretando a matachines y aztecas, vestidos con sus coloridos trajes tradicionales. Luego siguió la procesión de la reliquia de la tilma de Juan Diego, tomada del mismo manto que fue milagrosamente impreso por la Virgen en sus apariciones de 1531. La procesión fue dirigida por docenas de Caballeros en 4º grado en traje de gala, junto con el Arzobispo William E. Lori, Capellán Supremo de los Caballeros de Colón, llevando la pequeña pieza en un relicario. Mons. Lori caminó en procesión desde un extremo del campo hasta el otro, donde posó la reliquia sobre un altar bellamente arreglado con una gran imagen de Nuestra Señora.

Arrodillándose delante del relicario, Mons. Lori prounció una oración que iniciaba con las palabras: “oh, Inmaculada Virgen, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia”, pidiéndole que presentara a Cristo Jesús, su Hijo, todas las plegarias y oraciones presentes en ese momento en el estadio. Mons. Lori suplicó también a quien es la Madre de la Vida, en nombre de los presentes, que traiga una verdadera Cultura de la Vida, de manera que todos, desde los no nacidos hasta los enfermos y ancianos puedan ser objeto de verdadero respeto a su dignidad. Le pidió finalmente a la Santísima Virgen una especial intercesión por las familias, para que sepan educar a sus hijos y sean portadores del verdadero fervor católico y del amor por los sacramentos.

En la conferencia principal, Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, hablando en inglés y en español, dio un saludo de bienvenida a todos los presentes, a quienes llamó “guadalupanos”. Agradeció al Caballero Supremo Carl Anderson y a los Caballeros de Colón por co-esponsorizar el evento y por ser “tan generosos y apostólicos”. “Los Caballeros de Colón han mostrado siempre un gran amor por el pueblo mexicano”, afirmó. Y señaló luego que  “nuestra Señora de Guadalupe es una Madre no sólo para los mexicanos y Latinos, sino que es la Madre de todos los pobladores de Las Américas, desde el norte hasta el sur. Ella llama a las personas de todos los hemisferios a seguir las enseñanzas y el ejemplo de Jesús, su Hijo”. El Sr. Anderson resaltó también que los Caballeros de Colón celebraron históricamente su primer concilio en 1905 en México, llamado “concilio guadalupano”, y explicó que en las décadas sucesivas, estuvieron firmemente de lado de la Iglesia y de todos los católicos durante la prolongada persecución por parte del gobierno mexicano, siendo testigos de aquellos mártires que elevaron su voz para exclamar: “¡Viva Cristo Rey”! ¡Larga vida a Cristo Rey!”

Más adelante en su discurso, Carl Anderson añadió que Nuestra Señora de Guadalupe vino a las Américas para construir una civilización de amor, en la que todavía hoy hay muchos miles de católicos fervientes, más que en cualquier otro lugar del planeta: “¡Hemos sido bendecidos de una manera única por Nuestra Señora de Gudadalupe!”, afirmó. “Si Nuestra Señora de Guadalupe es nuestra Madre, entonces todos nosotros somos hermanos y hermanas”, señaló. Y esto significa que debemos tratarnos los unos a los otros con justicia y misericordia, llevando adelante nuestra caridad para ayudar a los que más necesitan y unirnos bajo la bendición de nuestra Santa Madre.

Monseñor Eduardo Chávez, a su vez, captó de manera instantánea la atención de los miles de espectadores, explicando el misterio y el significado del evento guadalupano. Mons. Chávez, en cuanto Rector del Instituto de Estudios Guadalupanos, realiza conferencias en distintas partes el mundo, y sirvió a la Iglesia como postulador de la Causa de Canonización de Juan Diego, quien fue elevado a los altares en el 2002. El prelado explicó cómo Juan Diego representó a la humanidad cuando tuvo sus encuentros con Nuestra Señora en lo alto del Tepeyac en 1531. Conociendo sus miedos, debilidades y dudas, pero también su corazón bondadoso y su fe, la Madre de Dios guió a Juan Diego por un camino de profunda conversión hasta convertirse en verdadero testigo de la fe católica. Gracias a su testimonio del encuentro con la Virgen Santísima, ocho millones de personas se convirtieron a la fe católica en pocos años.

“Hoy, todos somos invitados a seguir los pasos de Juan Diego, escuchando a la Santísima Virgen María mientras ella nos conduce hacia Jesús, y nos ayuda a superar nuestros miedos y debilidades hasta convertirnos en verdaderos testigos de la fe, incluso de la manera más sencilla, en lo más ordinario de nuestra vida diaria”, agregó Chávez Sánchez.

El programa concluyó con un rosario bilingüe, acompañado por la cantante Danielle Rose, quien interpretó algunos cantos a manera de interludios de los misterios. La oración del rosario fue dirigida por diversos miembros del clero y algunas personalidades del deporte y los medios. También se realizó por intervalos una estupenda presentación teatral, con diversos actores interpretando a Juan Diego y a la Santísima Virgen.

La cantante irlandesa Dana Scallon cantó “We are one body”, canción que escibió para la Jornada Mundial de la Juventud en Denver en 1993, y algunas otras canciones populares católicas. También estuvieron presentes Pedro Fernández, conocido actor mexicano de televisión y cine, con algunas baladas tradicionales y otras piezas latinas contemporáneas, y Filippa Giornano, intérprete italiana de reconocida trayectoria internacional, quién cantó mientras la reliquia de la tilma era nuevamente llevada en procesión.

Así concluyó en este año 2012 la Guadalupe Celebration, dejando a todos los fieles llenos de la presencia de Dios y de su Madre Santísima, Nuestra Señora de Guadalupe. No cabe duda de que los frutos evangelizadores de esta maravillosa jornada mariana, se harán sentir pronto en los corazones de los fieles católicos y en un testimonio cada vez más vivo y explícito de la presencia de Cristo en medio del mundo.