LA UNIDAD DE LA IGLESIA ES COMUNIÓN CON EL PAPA: PLENO Y FRATERNAL RESPALDO AL PAPA FRANCISCO

Pronunciamientos de Conferencias Episcopales latinoamericanas

Redacción CAL
03/09/2018
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En los últimos días una serie de comunicaciones de numerosas Conferencias Episcopales de países como Venezuela, Colombia, Perú, Argentina, México, Paraguay, España, como un signo de fidelidad y de colegialidad - entre otros -, y de muchos otros comunicados también realizados desde las diversas diócesis, arquidiócesis y movimientos eclesiales del mundo entero, han venido convergiendo en torno al papa Francisco, apoyándolo en su caminar delante y de guía de la Iglesia.

El papa Francisco ha recibido ataques frontales y orquestados en últimas fechas que han buscado desestabilizar la Iglesia y el ministerio petrino.

Para el papa Francisco caminar delante de la Iglesia significa dar los primeros pasos, ayudar a que los demás los den y conducir la experiencia y movimiento de la Iglesia entera por los caminos de la Verdad del Evangelio y la Justicia, desde el ministerio en la Sede de Pedro. Dar los primeros pasos, cargados de signos concretos verdaderos, de discernimiento y decisión para guiar al Pueblo de Dios, frente a la historia y frente al resto del mundo.

En la publicación de su reciente “Carta al Pueblo de Dios”, el papa reconoce que en el pasado la Iglesia falló en defender a los pequeños, y desde la solidaridad con su dolor muestra “cómo compartir el grito que sube al cielo de quien ha sufrido y sufre y cómo empeñarse para que tales males no se perpetúen”. Por eso, convoca al Pueblo creyente a unirse en “un ejercicio penitencial de oración y ayuno” donde ruega “que el Espíritu Santo nos dé la gracia de la Conversión y la Unción interior para poder expresar, frente a estos crímenes de abuso, nuestra compunción y nuestra decisión de luchar con valentía”. “Todo lo que se realice para erradicar la cultura del abuso de nuestras comunidades, sin una participación activa de todos los miembros de la Iglesia, no logrará generar las dinámicas necesarias para una sana y realista transformación”.

Por ello, los Obispos de Paraguay agradecen al papa Francisco “su liderazgo y por continuar el trabajo de sus predecesores con gran humildad y firmeza en la lucha contra el abuso”, y el CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) agradeció “su servicio pleno de abnegación hacia la Iglesia” y ofreció “fidelidad, cercanía y colaboración para que la verdad brille por encima de todo pecado”.

Así, significa cargar sobre sus espaldas a la Iglesia, y hacerla avanzar hacia adelante, un mañana mejor. Pero, en palabras del presidente de la Conferencia Episcopal de Argentina, Oscar V. Ojea, “La cruz, sobre todo los cansancios y los dolores que soportamos por vivir el mandamiento del amor y el camino de la justicia, es fuente de maduración y de santificación”.

El arzobispo de México, el Cardenal Carlos Aguiar Retes - durante su homilía al recibir el palio arzobispal en la Catedral de México - hizo un llamado “a unirnos especialmente en oración a Dios, Nuestro Padre, para que fortalezca al papa Francisco con la asistencia del Espíritu Santo, y lo llene de confianza en las palabras que Jesucristo dirigió a Pedro, y en ellas a sus sucesores: tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia y los poderes del mal no la vencerán”.

Los obispos de la Conferencia Episcopal peruana subrayan “su apoyo fraterno y episcopal al camino lúcido, valiente y firme manera en que el Papa ha de conducir la barca de Cristo”. Y la Conferencia Episcopal española, en la persona del cardenal Ricardo Blázquez, le manifestó “su afecto, cercanía y apoyo” y le dice “Santo Padre, no está solo, la Iglesia pide por usted, como en otro tiempo por Pedro”, y “pedimos al Señor que le continúe sosteniendo a usted en las luchas diarias por el Evangelio, que le otorgue su paz y la capacidad para decir a los cansados una palabra de aliento”.

Los Obispos de Venezuela, por su parte, expresaban “le acompañamos en su proyecto de hacer más visible el rostro de Cristo en la Iglesia, lo que tantas veces acarrea incomprensiones y hasta insidias, pero confiamos en la fuerza del Espíritu que anima y sostiene en todo momento”. Por ello “renovamos nuestro compromiso de servicio apostólico al pueblo de Dios, en plena comunión con su persona como Sucesor de Pedro”.