LAUDATO SI: EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN, UNA CONVERSIÓN NECESARIA A LA ECOLOGÍA HUMANA

Redacción CAL
13/11/2018
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Laudato_Si_Costa_Rica

 

Se ha publicado la compilación de las ponencias y el resultado de las mesas de trabajo del VII Simposio Internacional de la Fundación vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI realizado del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2017, y organizado por la Universidad Católica de Costa Rica Anselmo Llorente y Lafuente en San José de Costa Rica.

Junto con la participación de los cardenales Marc Ouellet (Prefecto de la Congregación de Obispos y Presidente de la Comisión para América Latina) y Guiseppe Versaldi (Prefecto de la Congregación para la Educación Católica), de Mons. Fernando Chica Arellano (Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA), Federico Lombardi S.J. (Presidente de la Fundación vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI), catedráticos y representantes de alto nivel, participaron más de 700 personas entre académicos y maestros de escuela, políticos y administradores, sacerdotes y religiosas, investigadores y estudiantes, agentes pastorales y sociales, empresarios y funcionarios de muchas instituciones, se profundizó en la toma de conciencia del problema ecológico y en el análisis sistemático del impacto de Laudato Si y los cambios que está generando en diversas realidades sociales.

El Cardenal Ouellet, con su ponencia “¿Por qué ha escrito el Papa Francisco la Encíclica Laudato Si?” ha abundado sobre el método dialogal y el contenido en una reflexión de naturaleza sapiencial basada en textos bíblicos, datos de la ciencia, la filosofía y la espiritualidad, que “hace avanzar el debate sobre la relación de la humanidad con su entorno, profundizándola con una reflexión sólidamente articulada desde el punto de vista de la razón y de la teología. Identifica causas ignoradas y consecuencias sociales de la degradación del medio ambiente, diagnosticando la insuficiencia del paradigma tecnoeconómico y motivando la necesidad de una conversión ecológica urgente, a fin de asegurar la integridad de los ecosistemas y, sobre todo, la integridad de una ecología humana global que dé prioridad a la familia y a los más afectados por el deterioro del planeta: los pobres”. La propuesta de una ecología integral, con una plataforma de diálogo amplia y abierta y nuevos argumentos que suscitan colaboraciones ecuménicas, que muestra la interconexión de todos los elementos de la creación y la corresponsabilidad de todos los seres humanos.

El cardenal Versaldi, en su ponencia “La custodia de la Creación y la Ecología Integral” ha mencionado que a través de la promoción de iniciativas como la del Simposio – y como otras tantas ya realizadas – se puede suscitar que las instituciones educativas católicas, “que siempre han crecido con el anuncio del Evangelio, sepan convertirse y volverse capaces de realizar iniciativas nuevas y proyectos de excelencia para ser presentados a los hombres y mujeres de buena voluntad, así como a las instituciones civiles”, tienen que llegar a ser“modelo para realizar aquella conversión ecológica que inicia con la búsqueda de nuevos caminos de diálogo y de proyección necesarios para no dejar caer la provocación de la Laudato Si”.

Mons. Chica al compartir su ponencia “Ecología humana (LS155) y Conversión ecológica (LS 216-221): los cimientos de Laudato Si”, hace ver el punto esencial de la encíclica: que la preocupación ecológica es a la vez preocupación social, y que la preocupación social es preocupación por la persona. Y que la degradación del ambiente ecológico no solo implica la degradación del ambiente social y humano, sino también la degradación del ambiente espiritual en el que el hombre se relaciona con Dios. “El hilo conductor que une todos esos ambientes es el mismo hombre, puesto por el Creador en esos ambientes para habitarlos, Al habitarlos, los edifica y humaniza, elevándolos hacia el Creador con misión sacerdotal“. Así, “el hombre, que Dios ha puesto en la tierra para que la poblara, transforma a la vez el ambiente, pues está llamado a cuidarlo, a preservarlo, a hacer de él un lugar donde pueda florecer toda la vida que la tierra alberga”. La “conversión ecológica” implica y significa, pues, “volverse hacia Dios” y reconocerle como Creador del universo, que con su Providencia no deja de sostenerlo en el ser y en la vida, recuperando el lenguaje de lo creado, entendiendo que todo tiene valor en sí mismo y no solo para la satisfacción inmediata de nuestros deseos”. Por ello la encíclica Laudato Si invita “al cultivo del amor, con la certeza de que el cuidado por la naturaleza forma parte de un estilo de vida que comporta la serena convivencia, la comunión, la fidelidad a los demás”.

Asimismo el Padre Federico Lombardi S.J. clarificó la provocación positiva de la encíclica del Papa en 8 tesis para continuar el compromiso: la encíclica, señaló el P. Lombardi, es referencia, como punto profético de partida para la puesta en marcha de un proceso de reflexión y diálogo, como una propuesta de “ecología integral” donde la preocupación por la salud del planeta se funde con la preocupación por la justicia y el desarrollo humano integral que nos hace mirar juntos hacia el futuro.

Este documento fructífero también es un paso que “obliga a elaborar nuevos instrumentos para evaluar el desarrollo humano (bien común, calidad de vida, desarrollo humano en vista de una economía integral, los factores y elementos necesarios para una “vida buena”), y de elaborar índices que sean de ”ayuda eficaz en los procesos de evolución del estado de salud de la casa común y que guíen hacia el cambio necesario del “paradigma” del desarrollo”, o sea de “hallar instrumentos de medida científicamente confiables para evaluar, y por lo tanto, reorientar de manera permanente el camino de la humanidad en la dirección de un desarrollo integral y de una ecología integral”.

Por último, el P. Lombardi mencionó que esa puesta en marcha implica un proceso educativo y testimonial que para por la “conversión ecológica” y la vivencia de una espiritualidad solidaria con todos y, especialmente, con los más pobres.