VII ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE SANTUARIOS

Redacción CAL
14/09/2018
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VII_Encuentro_Latinoamericano_de_santuarios

 

“La decisión de partir hacia el santuario ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza, y la llegada es un encuentro de amor. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio. También se conmueve, derramando toda la carga de su dolor y de sus sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor expresión de un corazón que renunciado a la autosuficiencia, reconociendo que sólo nada puede. Un breve instante condensa una viva experiencia espiritual”. Ésta es una hermosísima descripción en el documento de Aparecida (n. 259) que los Obispos latinoamericanos hacen de la relación de nuestros pueblos con los Santuarios, como pedazos y lugares anticipados de cielo. Y continúan escribiendo: “Allí, el peregrino vive la experiencia de un misterio que lo supera , no sólo de la trascendencia de Dios, , sino también de la Iglesia, que trasciende su familia y su barrio. En los santuarios muchos peregrinos toman decisiones que marcan sus vidas. Esas paredes contienen muchas historias de conversión, de perdón y de dones recibidos, que millones podrían contar” (n. 260).

Por eso, es particularmente importante y significativo el VII Congreso Latinoamericano de Santuarios, organizado por el Departamento de Misión y Espiritualidad del CELAM, junto con la Organización de Santuarios de América Latina y el Caribe y la Comisión de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, que se realizará en esta ciudad centroamericana del 1 al 5 de octubre próximos.

Las más diversas reuniones nacionales, regionales y latinoamericanas de Rectores de Santuarios en América Latina comenzaron a tener lugar después de aquel evento que fue llamado el “bogotazo de la religiosidad popular”.  Fue un notable Encuentro del CELAM sobre “Iglesia y religiosidad popular”, que tuvo entre sus principales organizadores y propulsores al sacerdote chileno Joaquín Allende, promotor del Santuario de Maipú en la capital de su país. Este Encuentro fue el signo evidente de una superación de la primera fase post-conciliar de iconoclastia, en la que la religiosidad popular tan presente en América Latina fue despreciada y descuidada por efectos de teologías de secularización, de origen protestante, que oponían fe a religión, así como por el marxismo con su cola del “opio del pueblo” y las sociologías funcionalistas norteamericanas que contraponían “tradición” a “modernidad”. Los excelentes capítulos de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Puebla de los Ángeles sobre “evangelización de la cultura y de la religiosidad popular” constituyeron su desarrollo fecundo a nivel del magisterio episcopal latinoamericano. La religiosidad popular se convertía en una clave hermenéutica para discernir la realidad histórica, la cultura y las situaciones de vida de nuestros pueblos.

El objetivo que se plantea este VII Congreso Latinoamericano es el de “alentar y fortalecer la piedad popular, en cuanto lugar teológico, y su expresión en los santuarios, centros de espiritualidad y misericordia, para dinamizar su fuerza evangelizadora en la vida de la Iglesia”. En efecto, “el caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular – se lee en Aparecida (n. 264) -, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador por el cual el pueblo cristiano se evangeliza a sí mismo y cumple la vocación misionera de la Iglesia”.

Los títulos de las diversas conferencias que serán expuestas en el Congreso son de por sí muy expresivos: - “La piedad popular como lugar teológico y su fundamento antropológico”, - “De la religiosidad popular a la piedad popular”, - “La religión en la cultura posmoderna”, -“Los santuarios, centros de espiritualidad y misericordia”, “La pastoral de los santuarios al servicio de la pedagogía evangelizadora”. Se trabajará también durante el Congreso en Talleres que tratarán “la piedad popular en el marco de la pastoral urbana”, “la expresión cultural y artística de los santuarios”, “los santuarios, lugares y ambientes para el encuentro con Dios, consigo mismo, con los demás y con la naturaleza” y “sentido teológico-pastoral de la peregrinación”. Están previstas las celebraciones eucarísticas en el Santuario Nacional del Santo Cristo de Esquipulas, en Alajuelita, y en el Santuario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago.

No obstante las corrientes de secularización presentes en América Latina, la presencia de nuestros pueblos en los santuarios continúa a ser un testimonio notable de la fe. Hace un año concluyó el jubileo de los 300 años de las apariciones de la sagrada imagen de “Aparecida” en el río Paraíba, y su santuario fue lugar de muy numerosas y multitudinarias peregrinaciones. El Episcopado mexicano, por su parte, ya tiene presente en el horizonte de evangelización de su pueblo - ¡pero será también acontecimiento para toda América! – los 500 años de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe en el Tepeyac, que serán celebrados en el 2031. La “casita sagrada” que pedía Nuestra Señora es hoy día el Santuario con mayor afluencia de peregrinos en toda la catolicidad.