CARDENAL MARC OUELLET: PARA RENOVAR EL CELIBATO HAY QUE RENOVAR EL SENTIDO DEL SACERDOCIO

“Creo que el celibato sacerdotal, pero también la consagración religiosa, es un poderoso testimonio de la divinidad de Jesucristo y de su llamado a seguirlo y dejar todo para estar con él y hacer lo que él nos pide que hagamos. Entonces, para mí, ese es el primer significado del celibato, y del celibato sacerdotal, es ser testigo de la divinidad de Cristo”

Redacción CAL
10/10/2019
Print Mail Pdf

CARD_OUELLET_LIBRO_CELIBATO

 

Con el título en español “Sacerdotes, amigos del Esposo”, y editado en 3 idiomas más, el libro fue presentado por su autor, el Cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.

En él se aborda el tema del celibato sacerdotal y también de la consagración religiosa, y pretende con ello ayudar a profundizar la comprensión de la tradición ininterrumpida del celibato sacerdotal en el rito latino.

A través de las páginas, busca mostrar “la sacramentalidad de la Iglesia como un signo de la comunión trinitaria en la que participan los fieles y los creyentes”.

Para una renovación del celibato

Apuntó diciendo “Creo que se renovará el celibato si el sacerdote tiene una mejor idea de su propio sacerdocio. El fundamento de este vínculo muy estrecho entre el celibato y el sacerdocio es el hecho de que el sacerdote está a cargo de un ministerio escatológico, es decir, de proclamar y dar la Palabra definitiva y definitiva de Dios al mundo”.

El Cardenal también dijo que la tradición de la Iglesia Católica Romana “debe ser fiel a sus propias raíces y a su propio estilo”. Así, “El vínculo entre el celibato y el sacerdocio en la Iglesia latina proviene de los apóstoles y se ha mantenido a través de los siglos a pesar de los tiempos de decadencia, de dificultades, de rechazo... Siempre ha sido difícil, pero sigue siendo un testigo extraordinario de la divinidad de Cristo y de la presencia del Señor resucitado entre nosotros para que le demos una respuesta, porque él está allí, llamándonos a la comunión”, aseguró.

“El celibato”, continuó, “es una realidad muy viva. Y, obviamente, se nos pide que seamos coherentes con nuestros compromisos y que seamos fieles a nuestros votos. Pienso que con la oración, con la fraternidad y con un sentido de la Palabra de Dios podemos lograr eso”.

Ante los escenarios en los que se vive actualmente el ministerio sacerdotal, expuesto con claridad y realismo tanto en la introducción del libro como en los subsiguientes capítulos, como son la secularización, la desconfianza, el descrédito de la figura del ministro de Dios, y con las realidades que empañan y dificultan el ejercicio del sacerdocio mismo, tales como el clericalismo, la ambición, la tendencia a “controlar todo”, el cardenal aclara que la humildad es virtud que ayuda a vivirlo, a ser un hombre de compasión. Porque “El sacerdote no es el Esposo, sino el amigo del Esposo”

En el Sínodo de la Amazonia, ante “búsqueda de nuevas formas en un contexto misionero”.

“Están surgiendo nuevas estrategias misioneras que podrían tener un impacto a largo plazo en el ministerio sacerdotal, ya sea localmente o más ampliamente, dada la influencia globalizadora de una cultura mediática sin fronteras. Algunos aspiran a la rápida adopción de la solución pastoral del viri probati , es decir, hombres casados, jefes de familias estables, que podrían ser ordenados sacerdotes para asegurar la celebración eucarística de comunidades indígenas dispersas a quienes les parece el valor del celibato exterior”, escribe.

“Estas perspectivas pueden ser atractivas para algunos y causar preocupación en otros lugares, si se considera que los elementos de ideología y estrategia están entrelazados para lograr resultados más ambiciosos e importantes a nivel universal”, agregó.

El Cardenal Ouellet escribe que algunas corrientes de pensamiento “liberales” o “protestantes” están resurgiendo para aprovechar la situación y proponer programas de reforma que van más allá de las intenciones y orientaciones del Papa Francisco.

En cambio, explica, el Papa Francisco ha puesto el sínodo amazónico bajo el movimiento del Espíritu Santo, en una atmósfera de oración, diálogo y apertura a la novedad. Pero esto requiere una discusión libre de ideas divergentes, explica. Y no solo se necesitan ideas opuestas entre sí, sino también esos “intereses opuestos y fuerzas hostiles a la influencia de la Iglesia"”

“Dicho esto”, continúa el Cardenal, “los nuevos caminos del futuro darán frutos evangélicos si son consistentes con una proclamación completa del Evangelio, sine glosa, que no sacrifica nada de los valores permanentes de la tradición cristiana”.

El Purpurado dice en el libro que se necesita “creatividad pastoral” para estar atento a las características culturales al abordar la falta de sacerdotes, “pero primero debemos verificar la calidad del testimonio de los misioneros, que pueden transmitir efectivamente la fe cuando impregna toda su vida y motiva inequívocamente su estilo de vida y actividad evangelizadora”.

 

Presentamos ahora la transcripción de la entrevista que la cadena radial española COPE ha realizado al cardenal Ouellet después de la presentación en Roma del libro.

José Luis Restán

¿Por qué es esencial para la Renovación del Ministerio Sacerdotal el Celibato, y no la relativización de este, como otras voces hablan?

Card. Ouellet

El Celibato sacerdotal y el celibato religioso es una conformación de fe en la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. Entonces cuando uno consagra toda su vida porque ha sentido un llamado de Dios a seguir a Cristo, su estado de vida anuncia el Evangelio. Entonces el celibato sacerdotal, y también religioso, tiene un poder evangelizador incomparable. Este es el motivo por el cual no se debe perder este valor.

José Luis Restán

Usted apunta en su libro el desgaste y la incomprensión que hoy sufre el celibato, incluso entre los católicos sencillos. ¿Qué es lo que tenemos que tener en cuenta para recuperar su verdadero significado?

Card. Ouellet

Creo que para renovar el celibato hay que renovar el sentido del sacerdocio.

El sacerdote está al servicio del Pueblo de Dios. Debe cuidar de una familia enorme. No es un hombre aislado. Es un hombre que quiere hacer crecer a los hijos e hijas de Dios: esa es su familia. Entonces necesita una entrega total de sí mismo. Y su sacerdocio es una paternidad espiritual para hacer crecer a estos hijos espirituales a través de la predicación de la Palabra y a través del don de los Sacramentos; y así crece la familia de la Iglesia.

Y cuando el sacerdote se da cuenta de que su vida da vida a los demás, se preocupa menos de sí mismo, y encuentra alegría y sentido, y su celibato es una realidad muy gozosa.

José Luis Restán

¿Por qué considera usted – y en su libro hay un capítulo dedicada a este tema -, decisiva la dimensión mariana para entender el sacerdocio y también para vivir el celibato sacerdotal?

Card. Ouellet

Precisamente porque María no solamente es el modelo de la Iglesia en su fe, sino que es la Madre de la Iglesia, es la Madre de nuestra fe, es la gran Madre de esta gran familia de los hijos de Dios.

Cuando el sacerdote tiene una intimidad con la Madre de Dios, tiene una calidad relacional diversa, si tiene esta intimidad y esta ternura, va a prestar atención en modo diverso a todos los fieles – en modo particular hacia las mujeres – y sobre todo a las personas más necesitadas, a las más abandonadas, las más pobres.

José Luis Restán

¿Cuál debería de ser la relación vital entre los laicos, los sacerdotes, los religiosos, dentro de una Iglesia misionera, de una Iglesia en salida, como está reclamando – y usted lo recuerda en su libro – el Papa Francisco?

Card. Ouellet

Esta es una pregunta clave, como todas las que usted me hizo, porque el sacerdocio ministerial es un servicio a la comunión eclesial, y lo que evangeliza es la comunión. Mejor dicho, la comunión eclesial es el Sacramento de la comunión trinitaria: el sacerdote está totalmente al servicio de esta presencia de Dios en las relaciones entre todos, laicos sacerdotes, religiosos y religiosas; y eso es lo que da eficacia a la Iglesia, lo que le da como irradiación misionera, es la fuerza de la comunión. Y esa es la alegría del sacerdote, ver que su servicio hace progresar la misión.

José Luis Restán

Estamos embarcados, y toda la Iglesia lo está en este mes de octubre, en el Sínodo de la Amazonia, que plantea grandes desafíos para la misión de la Iglesia, pero, también hemos de reconocerlo, viene envuelto en algunas polémicas. Desde su conocimiento de la situación de la Iglesia - y de la Iglesia en particular de América Latina que usted conoce tan bien -, ¿Cómo debería desarrollarse para que obtenga los mejores frutos?

Card Ouellet

Muy buena pregunta, muy actual.

Este Sínodo es muy importante, ha sido querido y proyectado por el Papa Francisco, estoy seguro que con una inspiración fuerte del Espíritu Santo, y creo que dará mucho fruto no solamente para  la Amazonia sino para la Iglesia Universal.

Estoy un poco triste por las polémicas: me parece que hubo realmente ataques unilaterales, críticas sin fundamento o excesivas al Instrumentum laboris, que no es perfecto pero quiere describir la situación para facilitar la comprensión del conjunto de los participantes en el Sínodo.

Pero personalmente yo creo que es una oportunidad extraordinaria para que la Iglesia promueva una cultura vocacional en este contexto, donde hay comunidades indígenas (pero no solamente indígenas, sino que hay otras comunidades), para que se logre el encuentro con Jesucristo, y que nazca esta respuesta de todo el Ser, la respuesta evidentemente de laicos, de gente casada, de familias, pero también de vírgenes consagradas, de sacerdotes… yo creo que hay un nuevo anuncio de Jesucristo con esa nueva perspectiva trinitaria, es decir de comunión, de sacramento de comunión, que puede fomentar una nueva realidad eclesial en Amazonia, y que puede ser también un ejemplo. El objetivo fundamentalmente es la evangelización que tiene en cuenta este contexto singular de Amazonia, que es una reserva de agua y de tantas cosas, de tantas especies de todo el planeta, es el pulmón del planeta. Entonces hay que proteger el ambiente, pero hay que proteger el ambiente humano, es decir, las comunidades que hay ahí, y que deben ser respetadas cuando se explotan las minas  en su diversidad cultural. La evangelización de debe adaptar a la cultura local y promoverla de un modo que sea respetuoso, pero que al mismo tiempo comunique la identidad cristiana.

José Luis Restán

Estas son las reflexiones contenidas, muchas de ellas, en el libro “Sacerdotes, Amigos del Esposo. Para una visión renovada del celibato”, y que el cardenal Marc Ouellet ha querido compartir con todos los oyentes aquí de COPE aquí en El Espejo, y yo se lo agradezco muchísimo. Desde España le enviamos un abrazo, señor Cardenal, y que vaya bien ese trabajo del Sínodo, ya recién comenzado.

Card Ouellet

Gracias a usted