DOS NUEVOS SANTOS LATINOAMERICANOS: “LA FUERZA DE LA FE ES LA FUERZA DEL PUEBLO DE DIOS”

EL RECUERDO DE SAN ÓSCAR ROMERO ES UNA OPORTUNIDAD EXCEPCIONAL PARA LANZAR UN MENSAJE DE PAZ Y DE RECONCILIACIÓN A TODOS LOS PUEBLOS DE LATINOAMÉRICA

Redacción CAL
18/10/2018
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Misa de Canonización en la Plaza de san Pedro

El papa Francisco presidió la celebración Eucarística, dentro de la cual se canonizaron a 7 nuevos santos en la Iglesia católica, destacando al papa Pablo VI -primer papa en visitar América Latina-, al arzobispo mártir salvadoreño Oscar Arnulfo Romero –el obispo de los pobres y los oprimidos - y a la madre Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, primeros santos reconocidos de El Salvador y de Bolivia respectivamente, este domingo 14 de octubre.

En su homilía, haciendo referencia a san Pablo VI, dijo el papa Francisco «Hoy nos exhorta, junto con el Concilio del que fue sabio timonel, a vivir nuestra vocación común: la vocación universal a la santidad. No a medias, sino a la santidad. Es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre Monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos». 

«Lo mismo puede decirse de Francisco Spinelli, de Vicente Romano, de María Catalina Kasper, de Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y de Nuncio Sulprizio. Todos estos santos», explicó el Pontífice argentino, «en diferentes contextos, han traducido con la vida la Palabra de hoy, sin tibieza, sin cálculos, con el ardor de arriesgar y de dejar. Que el Señor nos ayude a imitar su ejemplo».

Haciendo un comentario del Evangelio proclamado en la celebración, que relató el encuentro entre Jesús y el joven rico, el papa Francisco interpeló a la asamblea reunida diciendo “Jesús también te dice a ti, Ven, sígueme… búscalo cada día.” Y puntualizó, diciendo “Jesús es radical: lo da todo y lo pide todo: da un amor total y pide un corazón indiviso”.

«La tristeza —dijo el Papa en la homilía— es la prueba del amor inacabado. Es el signo de un corazón tibio. En cambio, un corazón desprendido de los bienes, que ama libremente al Señor, difunde siempre la alegría, esa alegría tan necesaria hoy. San Pablo VI escribió: "Es precisamente en medio de sus dificultades cuando nuestros contemporáneos tienen necesidad de conocer la alegría, de escuchar su canto”. Jesús nos invita hoy a regresar a las fuentes de la alegría, que son el encuentro con Él, la valiente decisión de arriesgarnos a seguirlo, el placer de dejar algo para abrazar su camino. Los santos han recorrido este camino».

«Pidamos la gracia de saber dejar por amor del Señor: dejar las riquezas, la nostalgia de los puestos y el poder, las estructuras que ya no son adecuadas para el anuncio del Evangelio, los lastres que entorpecen la misión, los lazos que nos atan al mundo. Sin un salto hacia adelante en el amor —puntualizó el papa Francisco—, nuestra vida y nuestra Iglesia se enferman de “autocomplacencia egocéntrica”: se busca la alegría en cualquier placer pasajero, se recluye en la murmuración estéril, se acomoda a la monotonía de una vida cristiana sin ímpetu, en la que un poco de narcisismo cubre la tristeza de sentirse imperfecto».

 

Encuentro con los salvadoreños venidos para la canonización

Después de la celebración - en el Aula Pablo VI del Vaticano - de la Santa Misa en agradecimiento por el nuevo santo salvadoreño, con alegría, música y pulsando en una sola voz oración, entrega y alabanza, el papa Francisco recibió en audiencia la mañana del lunes 15 de octubre, a los numerosos peregrinos de El Salvador que vinieron a Roma con ocasión de la canonización de San Óscar Romero, para venerar al nuevo santo y para demostrar su cercanía al sucesor de Pedro.

San Óscar Romero, buen Pastor

“San Óscar Romero supo encarnar con perfección la imagen del buen Pastor que da la vida por sus ovejas – dijo el papa al saludar a los obispos presentes – por ello, y ahora mucho más desde su canonización, pueden encontrar en él un «ejemplo y un estímulo» en el ministerio que les ha sido confiado. Ejemplo de predilección por los más necesitados de la misericordia de Dios. Estímulo para testimoniar el amor de Cristo y la solicitud por la Iglesia, sabiendo coordinar la acción de cada uno de sus miembros y colaborando con las demás Iglesias particulares con afecto colegial. Que el santo Obispo Romero – puntualizo el pontífice – los ayude a ser para todos signos de esa unidad en la pluralidad que caracteriza al santo Pueblo fiel de Dios”.

San Óscar Romero, servidor del pueblo sacerdotal

Al saludar a los sacerdotes y religiosas les dijo el Papa “Háganse dignos de las enseñanzas de Romero, siendo servidores del pueblo sacerdotal en la vocación a la que Jesús –único y eterno Sacerdote - los ha llamado. Él veía al sacerdote colocado en dos grandes abismos: el de la misericordia infinita de Dios y el de la miseria infinita de los hombres” – y siguió diciendo – “trabajen sin descanso para dar cauce a ese anhelo infinito de Dios de perdonar a los hombres que se arrepienten de su miseria y para abrir el corazón de sus hermanos a la ternura del amor de Dios” y finalizó diciéndoles “también a través de la denuncia profética de los males del mundo”.

San Óscar Romero, cada católico ha de ser un mártir

“El mensaje de san Óscar Romero va dirigido a todos sin excepción. Él repetía con fuerza que cada católico ha de ser un mártir, porque mártir quiere decir testigo, es decir, testigo del mensaje de Dios a los hombres”… “Dios quiere hacerse presente en nuestras vidas y nos llama a anunciar su mensaje de libertad a toda la humanidad” - y abundó - “una verdadera libertad ya ahora en la Tierra, que pasa por la preocupación por el hombre concreto para despertar en cada corazón la esperanza de la salvación”.

San Óscar Romero, fortalecido en la oración.

Continuó el papa diciendo que el mensaje de san Oscar Romero “va dirigido a todos sin excepción”… la oración hecha en el Espíritu santo como Iglesia nos da “la fuerza en la lucha diaria que –si es necesario- estemos también dispuestos a dar nuestra vida por Cristo”.

San Óscar Romero: signo de reconciliación y de paz

Dirigiéndose en su saludo al pueblo salvadoreño, el papa Francisco se refirió diciendo “son gente con fe viva que expresan en diferentes formas”, y que en ello “conforma su vida social y familiar”. Y dijo a los sacerdotes “Cuiden, la fe del Pueblo santo fiel de Dios, cuiden bien al Pueblo santo fiel de Dios, no lo escandalicen, cuídenlo”. Es un Pueblo que “resiste y va adelante, y está cerca del pastor “–como san Óscar Romero- “porque el Pueblo de Dios sabe olfatear bien donde hay santidad”.

“El recuerdo de san Óscar Romero es una oportunidad excepcional para lanzar un mensaje de paz y de reconciliación a todos los pueblos de Latinoamérica”.