En su últimos día de visita en las islas de Malta y Gozo, con el lema 'Nos trataron con rara humanidad'

Es la esperanza lo que he visto hoy en vuestros ojos, lo que ha dado sentido a vuestro viaje y los que los hace dar un paso adelante

Redacción PCAL
18/03/2025
Print Mail Pdf

Papa Francisco en Malta con Migrantes

Antes de finalizar su XXVI viaje apostólico internacional a Malta y Gozo, el Papa Francisco visitó el Centro Juan XXIII laboratorio de paz (peace lab), un espacio dedicado para migrantes.

Recibido por el padre franciscano y fundador, Dionisio Mintoff, de 91 años, compartió con un nutrido grupo de migrantes, con quienes estableció un momento de escucha en el testimonio de dos migrantes varones provenientes de África, Daniel y Siriman, y de diálogo con todos.

Agradeciendo y motivando primero a los malteses a seguir viviendo el espíritu evangélico de acogida y trato que san Pablo vivió y recogió en lo Hechos de los Apóstoles (28, 2) que dice: «Nos mostraron una cordialidad fuera de lo común» cuando naufragó en las inmediaciones de la isla: "Los trataron “con una cordialidad fuera de lo común”. No sólo con cordialidad, sino con una humanidad excepcional".

El naufragio en la ruta no significa el fin de la esperanza

"El naufragio es una experiencia que gran cantidad de hombres, mujeres y niños han vivido durante estos años en el Mediterráneo. Y lamentablemente para muchos de ellos ha sido trágica." "Recemos también para ser salvados de otro naufragio que tiene lugar mientras ocurren estos hechos: es el naufragio de la civilización, que amenaza no sólo a los refugiados, sino a todos nosotros. ¿Cómo podemos salvarnos de este naufragio que amenaza con hundir la nave de nuestra civilización? Comportándonos con humanidad."

Ver al otro en el sufrimiento es pensar también en primera persona

"Vuestras historias evocan las de miles y miles de personas que en estos últimos días se han visto forzadas a huir de Ucrania a causa de esa guerra injusta y salvaje. Pero también las de muchos otros hombres y mujeres que, buscando un lugar seguro, se han visto obligados a dejar la propia casa y la propia tierra en Asia, en África y en las Américas, pienso en los rohinyás… A todos ellos se dirige mi pensamiento y mi oración en este momento."

La migración como un desgarro, como una separación de las propias raices

"... esta experiencia de partir separándose de las propias raíces. Es un desgarro. Un desgarro que deja la marca. No sólo un dolor momentáneo, emotivo. Deja una herida profunda en el camino de crecimiento de un joven, de una joven. Se necesita tiempo para que sane esa herida; se necesita tiempo y sobre todo experiencias ricas de humanidad: encontrar personas acogedoras, que saben escuchar, comprender, acompañar; y también estar junto con otros compañeros de viaje para compartir, para llevar juntos el peso. Esto ayuda a cicatrizar las heridas."

Un sueño del Papa Francisco compartido a los Migrantes

"Permítanme, hermanos y hermanas, que exprese uno de mis sueños. Que ustedes migrantes, después de haber experimentado una acogida rica de humanidad y fraternidad, puedan llegar a ser en primera persona testigos y animadores de acogida y de fraternidad. Aquí y donde Dios quiera, donde la Providencia guíe vuestros pasos. Este es el sueño que deseo compartir con ustedes y que pongo en las manos de Dios. Porque lo que es imposible para nosotros no es imposible para Él. Considero muy importante que en el mundo de hoy los migrantes se conviertan en testigos de los valores humanos esenciales para una vida digna y fraterna. Son valores que ustedes llevan dentro, que pertenecen a sus raíces. Una vez que la herida del desgarro, del desarraigo, haya cicatrizado, ustedes pueden hacer emerger esta riqueza que llevan dentro, un patrimonio de humanidad muy valioso, y ponerla a disposición de la comunidad en la que han sido acogidos y en los ambientes donde se integran. ¡Este es el camino! El camino de la fraternidad y de la amistad social. Aquí está el futuro de la familia humana en un mundo globalizado."

"... ustedes no son números, sino personas de carne y hueso, rostros, sueños a veces rotos"

(citando a un migrante que habló precedentemente) "Siriman. Tú nos has recordado que los que tienen que dejar el propio país parten con un sueño en el corazón: el sueño de la libertad y de la democracia. Este sueño choca con una realidad dura, a menudo peligrosa, en ocasiones terrible, deshumana. Tú has dado voz a la súplica sofocada de millones de migrantes cuyos derechos fundamentales son violados, a veces lamentablemente con la complicidad de las autoridades competentes. Y esto es así, y quiero decirlo así: “a veces lamentablemente con la complicidad de las autoridades competentes”. Y has llamado la atención sobre el punto clave: la dignidad de la persona".

Pacem in terris

Para terminar sus palabras a los migrantes, el Papa Francisco terminó por recordar a san Juan XXIII, Papa, en su memorable Encíclica sobre la paz (Pacem in terris, 171):

"Que [el Señor] borre de los hombres cuanto pueda poner en peligro esta paz y convierta a todos en testigos de la verdad, de la justicia y del amor fraterno."

"Que Él ilumine también con su luz la mente de los que gobiernan las naciones, para que, al mismo tiempo que les procuran una digna prosperidad, aseguren a sus compatriotas el don hermosísimo de la paz".

"Que, finalmente, Cristo encienda las voluntades de todos los hombres para echar por tierra las barreras que dividen a los unos de los otros, para estrechar los vínculos de la mutua caridad, para fomentar la recíproca comprensión, para perdonar, en fin, a cuantos nos hayan injuriado."

"De esta manera, bajo su auspicio y amparo, todos los pueblos se abracen como hermanos y florezca y reine siempre entre ellos la tan anhelada paz."

Una pequeña flama encendida

Acto seguido, se encendió una vela ante una imagen de la virgen María: "Es un gesto sencillo, pero con un gran significado. En la tradición cristiana, esa pequeña llama es símbolo de la fe en Dios. Y es también símbolo de la esperanza."

Al final, hicieron una oración juntos a la virgen María.

 

Crédito fotográfico: Vaticanmedia

 

Videos del encuentro y diálogo en Español y Portugués