Frontera de Colombia y Venezuela en el Orinoco: Declaración conjunta de los Obispos que la comparten

Ríos de desesperanza y sufrimiento que pueden convertirse en caudales de solidaridad y consuelo.

Redacción CAL
13/04/2018
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Después de la reunión para analizar el complejo y continuo flujo migratorio desde Venezuela a Colombia, en los días 14 y 15 de Marzo de este 2018 los obispos y representantes de Pastoral Social y de Cáritas que comparten directamente el impacto del río humano de hermanos venezolanos desplazados - por causas ajenas a su voluntad - desde su patria hacia Colombia, especialmente en las ciudades de Puerto Carreño y Puerto Inírida - pero que impacta un sinnúmero de jurisdicciones eclesiásticas en la región -, han emitido un mensaje el día 17 de marzo desde la atención y cuidado de la situación, teniendo en cuenta el análisis de la problemática social y la propuesta de acciones pastorales.

Las migraciones son reflejo y consecuencia de alteración en las relaciones de vida y de convivencia entre personas y comunidades que se dan lenta o abruptamente, generando situaciones nuevas que en muchos momentos desbordan las estructuras de acogida, apoyo y ayuda, y que impactan en la vida inmediata de vida las sociedades que las contienen y las reciben. Situaciones de desesperación e inmediatez generan reacciones en los ambientes sociales y se traducen en situaciones problemáticas que hay que identificar y atender, como son la inseguridad, la mendicidad, la prostitución, el crecimiento de enfermedades de trasmisión sexual y brotes xenófobos, entre otros.

Por ello, la Iglesia colaborando en conjunto e invitando y convocando a autoridades municipales, departamentales y a todos en última instancia, tanto con los recursos propios como los que paulatinamente ya se han incorporado y se espera que lo sigan haciendo, a poner su atención en los niños y en los jóvenes, en los hermanos indígenas que se han ido sumando en condiciones de extrema pobreza a la urbanización precaria –aún a riesgo de perder y diluir su cultura y su dignidad -, y en la superación de la xenofobia.

Esta propuesta de acción en acuerdo de voluntades es esencial para incidir positivamente en la promoción integral de la población más vulnerable, a fin para reconocerse –migrantes y sociedades de acogida - como hermanos, dignos de respeto mutuo y de solidaridad.