Nicaragua: Miles marcharon por la paz y la justicia tras masivas protestas

Redaccion CAL
30/04/2018
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CARDENAL BRENES

 

Miles y miles de nicaragüenses llenaron el sábado 27 de abril las calles de Managua para pedir paz y que se haga justicia tras las violentas protestas antigubernamentales que dejaron al menos 43 muertos en este país centroamericano.

La manifestación, que partió desde distintos puntos de la capital, fue convocada por la Iglesia católica y finalizó con una gran homilía al aire libre en la que los obispos dieron un plazo de un mes para que se llegue a acuerdos en el marco del diálogo nacional convocado por el gobierno de Daniel Ortega y del que serán mediadores.

En paralelo, este mismo sábado estudiantes universitarios exigieron la creación de una comisión independiente para investigar la represión de las protestas contra una reforma al sistema de seguridad social que finalmente fue retirada por el gobierno.

Al cierre de una manifestación llena de rezos, cánticos y críticas al manejo de las recientes protestas, el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes exclamó al iniciar su homilía: “Bienaventurados los que tienen sed de justicia, porque ellos serán saciados”. “El demonio es siempre astuto y siempre interviene cuando decimos de la verdad. El demonio quería que quedáramos en las tinieblas”, agregó el líder del catolicismo nicaragüense. Brenes señaló que la iglesia católica pedirá al gobierno discutir los problemas de "justicia y libertad" que plantean los nicaragüenses, y dijo que la Conferencia Episcopal aceptó mediar en un diálogo propuesto por Ortega, pero estableció un plazo de un mes para evaluar "si existe un compromiso real de cumplir los acuerdos" que se adopten en ese proceso. "Si vemos que no se están dando esos pasos haríamos un alto y le diremos al pueblo de Dios que así no podemos seguir y que no se pudo", advirtió el prelado ante miles de nicaragüenses que pedían a gritos castigar a los culpables de las muertes ocurridas en las protestas. “El diálogo va a pasar por el respeto a la justicia, la verdad, la libertad y el perdón”, dijo el religioso, mientras la multitud gritaba “¡qué se vayan, qué se vayan!”, en referencia al presidente Ortega y a la Vice-Presidente, su esposa, Rosa Murillo.

Después del cardenal habló el obispo auxiliar Báez. El sacerdote recordó, en el momento más conmovedor de la jornada, a los “jóvenes reprimidos y torturados” y las “lágrimas de padres y madres que lloran en estos días la muerte de sus hijos a causa de la violencia irracional”. "¡No eran delincuentes, eran estudiantes!" coreaba la gente. El Prelado también se refirió a las “mujeres violentadas”, en un país donde Amnistía Internacional ha denunciado que los feminicidios son cada vez más brutales. También hubo referencia a la “prepotencia e irresponsabilidad” con el manejo de las selvas de Nicaragua, en referencia a un incendio en la reserva Indio Maíz que arrasó más de 5.000 hectáreas de selva y que marcó el inicio de una jornada de protestas que han puesto contra las cuerdas al régimen.

A siete días de anunciado el diálogo por Ortega no se ha definido una agenda, ni una fecha, ni quiénes participarán, mientras el país continúa conmocionado por el aumento diario en el balance de muertos en las protestas.

El Centro Nicaragüense de derechos Humanos (CENIHD) tenía documentados 43 muertos hasta este sábado, mientras que el gobierno solo ha informado de 10 muertos en los enfrentamientos entre policías y manifestantes.

Una reforma al sistema de pensiones que aumentaba las cuotas obreras y patronales detonó la protesta de universitarios el 18 de abril, que luego se extendió a otros sectores sociales.

El gobierno revocó la medida cuatro días después y accedió abrir un diálogo para discutir un nuevo proyecto. Invitó a esas negociaciones a la iglesia católica y a sectores privados, que solicitaron se incluyera también al sector estudiantil.

Desde entonces, el país ha regresado poco a poco a la normalidad y han cesado las manifestaciones violentas.

La gran marcha de este sábado, precedida de otra más pequeña de grupos evangélicos, siguió a una primera manifestación multitudinaria que tuvo lugar el pasado lunes convocada por sectores empresariales para rechazar la reforma previsional y en apoyo a los jóvenes que fueron reprimidos.